El ultrasonido fisioterapia es una de las técnicas empleadas con fines terapéuticos para diferentes tipos de trastornos y padecimientos por los efectos mecánicos y biológicos que tiene sobre el organismo. Para que nuestros visitantes conozcan más sobre él, dedicaremos esta publicación en nuestro blog a hablar sobre sus características y modos de aplicación.
Para comenzar conviene definir que el ultrasonido es energía que proviene de vibraciones mecánicas propagada en forma de ondas, las que tienen propiedad de tener una compresión longitudinal, las que son sonoras y se encuentran dentro del espectro no audible. La frecuencia con la que se aplica el ultrasonido con fines terapéuticos es alta, de 3 Mhz, se caracteriza por tener poca penetración, por lo que se recomienda usarlo en tratamientos superficiales, o baja, de 1 Mhz de mayor penetración para tratamientos profundos.
Es posible aplicar ultrasonido continuo, el que se utiliza como un tipo de termoterapia profunda en estructuras como tendones y articulares, pero se encuentra contraindicado en traumatismos recientes, en procesos inflamatorios agudos, en zonas isquémicas o en áreas donde se presentan alteraciones de la sensibilidad. Otro tipo de ultrasonido es el pulsado, recomendado en procesos agudos e inflamatorios por los efectos que tiene sobre el dolor, la inflamación y el edema.
Los efectos del ultrasonido se catalogan en mecánicos y en biológicos. Los mecánicos son de cavitación o micromasaje celular sobre los tejidos vivos que consiste en formar, y colapsar burbujas de gas disuelto o de vapor que pueden ocasionar la destrucción de estructuras subcelulares, mientras que los efectos biológicos incluyen la relajación muscular, el aumento de permeabilidad de la membrana, el incremento de la capacidad regenerativa de los tejidos, la reducción del dolor, la disminución o el aumento de reflejos medulares dependiendo de la dosis aplicada. Además tiene efectos sobre los nervios periféricos, acelera el proceso de regeneración axónica y aumenta la actividad enzimática, además de poder retrasar el proceso de regeneración.
Existen diferentes métodos de aplicación del ultrasonido en fisioterapia, como el acoplamiento directo, el acoplamiento subacuático y el acoplamiento mixto. El acoplamiento directo consiste en aplicar el cabezal del aparato sobre la piel limpia y una capa fina de gel de contacto.
El acoplamiento subacuático consiste en el uso de una cubeta de plástico con agua desgasificada o hervida a una temperatura de 36°C – 37°C para colocar el cabezal del ultrasonido a una distancia de 3 cm de la zona a tratar manteniéndolo en constante movimiento.
El acoplamiento subacuático se indica especialmente para tratar superficies irregulares y áreas dolorosas. Finalmente el acoplamiento mixto incluye el colocar gel de contacto entre el cabezal, un globo de látex o plástico lleno con agua desgasificada, más gel entre el globo y la piel. Este método se utiliza para tratar regiones cóncavas que no puedan tratarse por acoplamiento subacuático.
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