Un especialista en traumatología puede tratar diferentes tipos de fracturas, incluida la de cadera, considerada una lesión de gravedad cuyas complicaciones pueden llegar a poner en peligro la vida del paciente. Para que nuestros visitantes conozcan más sobre estas, a continuación hablaremos sobre sus síntomas, causas, factores de riesgo y complicaciones.
Son las personas mayores quienes corren un riesgo mayor de sufrir fracturas en la cadera debido a que los huesos tienen una tendencia a volverse más débiles por la edad por padecimientos como la osteoporosis. Además, el uso de ciertos medicamentos, una mala visión y los problemas de equilibrio incrementan los riesgos de caída, siendo esta una de las causas más frecuentes de esta lesión.
Debido a lo que implica la rotura de cadera, en la mayoría de los casos se necesita de una reparación o de un reemplazo con prótesis, para lo que es indispensable un procedimiento quirúrgico, seguido de fisioterapia y adopción de medidas para conservar la densidad ósea y reducir los riesgos de sufrir caídas para prevenir fracturas.
Los signos y síntomas de una fractura de cadera incluyen dolor intenso en la cadera o en la ingle, incapacidad para moverse después del traumatismo (generalmente una caída), incapacidad para apoyar el peso del cuerpo sobre la pierna del lado lesionado de la cadera. También se puede presentar rigidez, inflamación y aparición de hematomas en la zona de la cadera y un acortamiento de la pierna del lado de la cadera lesionada, además se puede percibir una rotación externa de la pierna de la cadera afectada.
La fractura de cadera puede ocasionarse por un impacto fuerte sobre el área, por ejemplo, el recibido por un accidente vehicular. Las caídas son otra causa, especialmente en adultos mayores, e incluso quienes tienen huesos muy débiles la fractura puede producirse al hacer un girar estando de pie.
Es por ello que los factores de riesgo identificados son la edad, ya que tanto la masa muscular como la densidad ósea disminuyen con en el envejecimiento, y esto asociado con problemas de visión y de equilibrio aumentan los riesgos de sufrir caídas.
Los trastornos médicos crónicos que producen fragilidad en los huesos y que afectan el sistema nervioso también son factores de riesgo, al igual que el uso de algunos medicamentos con cortisona que pueden debilitar los huesos, y los fármacos de otro tipo que hacen sentir a las personas mareadas o sedadas aumentan riesgos de caídas. Otro factor de riesgo son los problemas nutricionales que disminuyen la masa ósea, al igual que la falta de actividad física y el consumo de tabaco o alcohol, que interfieren en los procesos normales de mantenimiento de los huesos.
Es sumamente importante consultar a un traumatólogo en caso de presentar una fractura de cadera, ya que esta lesión tiene diferentes complicaciones, como la reducción de independencia y disminución de expectativa de vida. En caso de que la fractura mantenga inmóvil al paciente por mucho tiempo hay riesgos de formación de escaras, formación de coágulos de sangre en piernas o pulmones, infecciones en las vía urinarias, neumonía y una mayor pérdida de masa muscular que incrementa los riesgos de caídas y lesiones. Hay además un riesgo alto de debilitación de los huesos, lo que implica riesgos de que se vuelva a tener una fractura, ya sea de cadera o de otra parte del cuerpo.
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