Este término fue definido en 1958 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como: «El arte y la ciencia del tratamiento por medio del ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua, masaje y electricidad». Por su parte, la Confederación Mundial de la Fisioterapia (W.C.P.T.) realiza la siguiente definición, que fue suscrita por la Asociación Española de Fisioterapeutas en 1987: «Es el conjunto de métodos, actuaciones y técnicas que, mediante la aplicación de medios físicos, curan previenen, recuperan y adaptan a personas afectadas de disfunciones somáticas o a las que se desea mantener en un nivel adecuado de salud». Por otro lado, la misma Confederación dice que esta rama de la terapia física tiene como objetivo facilitar el desarrollo, la conservación o recuperación de la máxima funcionalidad y movilidad posible del individuo o grupo de personas a través de diversas estrategias personalizadas.
Podemos definir a este procedimiento, en términos más simples, como una rama de la terapia física que abarca la comprensión de agentes físicos (calor, luz, frío, sonido, electricidad, agua y movimiento, principalmente) para aplicarlos terapéuticamente con el propósito de prevenir o corregir enfermedades, lesiones o defectos congénitos.
Esta disciplina incluye el análisis y corrección de problemas funcionales o morfológicos que están relacionados con el movimiento, la postura o tareas físicas. Los objetivos de esta disciplina varían dependiendo del problema que se desee solucionar y de factores como la edad, la condición física y el estado de salud general del paciente, ente muchos otros. En términos generales, podemos decir que todos los objetivos se establecen para aumentar o restablecer alguna capacidad del cuerpo del paciente, con la intención de que puede realizar actividades funcionales cotidianas o que su trabajo requiera sin el dolor provocado por su deficiencia. Algunos de sus objetivos son:
Disminuir
- El dolor
- La inflamación
- Los espasmos musculares
- Las alteraciones de la marcha
Aumentar:
- La fuerza
- La elasticidad
- La movilidad de las articulaciones
- La coordinación
- La independencia del paciente para que realice sus actividades normales
Favorecer o corregir:
- La curación de lesiones de tejidos blandos
- Las desviaciones de la postura
- La marcha y la postura de acuerdo a cada lesión o malformación
- El aprendizaje de los pacientes y familiares sobre los procedimientos para realizarlos en casa
Como conclusión, podemos decir que la fisioterapia no se limita a un conjunto de procedimientos o técnicas, sino que debe ser un conocimiento profundo del ser humano en su totalidad. Para lograrlo es fundamental tratar a las personas en su globalidad biológica, psicológica y social por la interrelación tan estrecha entre estos tres ámbitos.