Para el tratamiento de una fractura de cadera es necesaria la intervención de un especialista en ortopedia. Anteriormente en el blog de Abilita presentamos algunas de las características de este tipo de lesión, sus síntomas, mecanismos de producción y factores de riesgo, así como la complicaciones que podrían desarrollarse en caso de no contar con un tratamiento adecuado. Para que cuenten con más información sobre el tema, en esta ocasión les hablaremos sobre la manera en que se diagnostica y el tipo de tratamiento recomendado.
Es importante prestar atención a los síntomas de una fractura de cadera, ya que en ocasiones se presenta de manera súbita al realizar algún tipo de movimiento sencillo y no necesariamente por un impacto fuerte por caída o accidente automovilístico, para saber cuándo se requiere de atención médica especializada de un ortopedista.
El médico puede determinar la presencia de una fractura de cadera según los síntomas que se manifiesten, por la posición de la cadera y la pierna. Para la confirmación de una radiografía puede confirmarse la fractura y precisar la ubicación del daño en el hueso. En caso de que la radiografía no muestre una fractura pero se presente dolor, es posible que se sufra de una fisura detectable por una resonancia magnética o con una exploración ósea.
En el diagnóstico el médico determina el tipo de fractura de la que se trate, la mayoría de las lesiones de este tipo de lesiones se presentan en el cuello femoral o en la región intertrocantérica, o bien, podría tratarse de una fractura atípica, generada por una disminución de densidad ósea por tratamiento prolongado con ciertos medicamentos. A partir de esto se determina el tratamiento adecuado, el que a menudo puede consistir en una combinación de cirugía, de rehabilitación y de medicamentos.
Las características específicas de la cirugía dependen de la gravedad de la fractura y de su ubicación, de la edad y de otros padecimientos que se tengan. Las técnicas empleadas pueden ser la reparación interna con tornillos metálicos para mantener los huesos unidos mientras se cura; un reemplazo total de cadera con una prótesis; un reemplazo parcial de cadera con una prótesis metálica en las áreas afectadas. Es importante mencionar que la prótesis de cadera se suele recomendar a quienes padecen otras enfermedades o si se presenta algún deterioro cognitivo, o para quienes no viven de manera independiente.
La rehabilitación es una parte muy importante en el tratamiento y consiste en programas de fisioterapia, con ejercicios físicos que permitan mejorar la amplitud de movimiento y fortalecer los músculos. La rehabilitación puede hacerse en una clínica especializada y debe reforzarse en el hogar como parte de atención prolongada, para lo que la intervención de un terapeuta ocupacional, es muy importante para que logren su independencia en las actividades de la vida cotidiana. Es posible que se indique el uso de andadores o sillas de ruedas para ayudar al paciente a recuperar su independencia y movilidad.
Por el lado del tratamiento farmacológico, se suelen indicar fármacos para el tratamiento de osteoporosis para ayudar a reducir los riesgos de sufrir otra fractura de cadera, y es posible que para evitar los efectos secundarios, se recomiende tomarlos por vía intravenosa. Cabe mencionar que estos medicamentos no se indican a todos los pacientes.
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