La medicina deportiva es una disciplina se sirve de la rehabilitación y la fisioterapia para poder recuperar la condición física para reinsertar a los atletas a su rutina diaria. Pero, alguna vez se ha preguntado ¿por qué es necesario que un atleta se reponga lo más pronto posible? pues porque un atleta de alto rendimiento lo que hace es vivir y ganar dinero a través del deporte que desempeña. Y de su trabajo también depende el de otros profesionistas. Así es, el deportista es un profesional, por lo tanto, lo más importante es que pueda volver a cumplir con su desempeño normal, pero además sin que se vea comprometido su desempeño, pero, por supuesto, tampoco su salud.
Este ramo de la medicina se diseña para poder atender a gente de alto rendimiento, pero: ¿sería posible pode hacer uso de ella aunque nosotros practiquemos algún deporte por pleno hobbie? Son muchas las personas que han visto en el deporte una alternativa para mantenerse en forma, conservarse motivados, o simplemente, como una forma de crear relaciones sociales, así como fomentar el trabajo en equipo. Sin embargo, el realizar un deporte de manera no profesional, no implica que no vayamos a sufrir alguna lesión en algún momento. Por mucha experiencia que se tenga, las lesiones aparecen por motivos tan variables que es imposible preverlas o evitarlas por completo.
Si corremos con la suerte de sufrir una lesión superficial, bastará con algunos días de reposo para poder pasar de ellas y continuar con nuestras actividades normales. Incluso, hay lesiones que pueden llegar a provocarse por otros motivos ajenos a la práctica de un deporte, como el torticolis, causada por usar almohadas incómodas. Bastara con no mover demasiado las articulaciones, o a lo mucho aplica algún analgésico cutáneo que nos ayude a desinflamar la zona afectada.
Pero, si se trata de una lesión mucho más grave, como una fractura, rotura de ligamento o tensión de alguno de los músculos, va a ser necesario someterse a una intervención mucho más compleja. Incluso, si el daño es mucho más grave, puede llegar a ser necesario la inmovilización completa de la extremidad a través de un yeso médico, una férula. Incluso, puede tratarse de la instalación de material de osteosíntesis.
En estos casos más extremos, después del tratamiento aplicado por un médico especialista y de haber retirado cualquier tipo de material va tener que pasar por un periodo especial de rehabilitación para poder recuperar tanto la fuerza como la movilidad de cada uno de las partes del cuerpo afectados. Además, en el caso de inmovilización va a ser necesario realizarlo, pues al estar el miembro en reposo durante mucho tiempo puede haber llegado a perder algún porcentaje de la capacidad para moverse libremente.
Pero volvamos un poco a la pregunta hecha con anterioridad: ¿la medicina deportiva puede tener alguna aplicación para los ciudadanos comunes? La respuesta es: sí. Claro, no hay que seguir las rutinas tan exigentes ni mucho menos, ni tampoco es necesario ir con un médico deportista, pero si se puede hacer uso de algunas de las técnicas de manera muy somera para poder conocer las mejores condiciones para recuperarnos más rápido. Sobre todo, para no tener que afectar mucho más nuestro rendimiento durante la vida cotidiana.
Para esto hemos planteado dos escenarios, en los que explicamos de manera breve, la mejor manera de sobrellevar la rehabilitación para poder recuperar nuestra movilidad lo más pronto posible. Además los ejemplos seleccionados surgen a partir de la selección de los casos más recurrentes en cualquier tipo de deporte, sea practicado por profesionales o por no profesionales.
Lesión de ligamentos. Son una de las afecciones más comunes entre los que practican futbol. Ya sea la tensión rotura o cruzamiento de los ligamentos, estos provocan un dolor muy profundo, además de la inmovilización completa de la pierna. En casos mucho más graves se puede llegar a la necesidad de llevar a cabo una intervención quirúrgica. Lo primero, es que seguro el doctor le recomendará el uso de muletas. Puede que resulte un tanto inconveniente él hace uso de ellas, pero lo cierto es que necesita darle el reposo suficiente a las articulaciones dañadas. Después, es probable que le receten algún tipo de rehabilitación física por medio de fisioterapia. Sin embargo, puede continuar estos ejercicios durante su estancia en casa.
Un ejercicio muy simple puede ser tratar de mover la pierna, primer a 45 grados, y luego ir aumentando la altura. Lo que es muy importante tomar en cuenta, es que no podrá hacer ejercicios rudos durante un largo tiempo y mucho menos, durante el tiempo de recuperación y de rehabilitación. Para regresar al juego, primero procure hacer caminatas a alta velocidad, sin que su pierna resienta el esfuerzo. Poco a poco vaya aumentando el ritmo, así como la velocidad. Vaya reincorporándose lentamente al deporte, primero en posiciones que no requieren mucho esfuerzo.
Trastornos en la rodilla. La rodilla es otra de las circulaciones que sufre mayores impactos durante el momento de practicar un deporte, cualquiera que este sea. Es muy importante que en el caso de lesiones de rodilla (meniscos, fracturas o roturas), siga al pie de la letra todas las indicaciones dadas por el doctor. Uno de los mayores errores que algunos pacientes pueden llegar a cometer es la de hacer ejercicio antes de tiempo.
Los médicos deportistas, por ejemplo, buscan las sesiones de fisioterapia se fusiones de cierta manera con rutinas de ejercicios muy leves para que la inmovilidad no cause una afectación en su desempeñó físico después de la recuperación. Al igual que con los ligamentos, vaya haciendo pequeños ejercicios que puedan mantenerlo en forma pero sin comprometer demasiado el estado de su rodilla. Al principio, practique toda rutina de ejercicio con férulas que protejan la zona afectada.
Si necesita más asesoramiento o atención en alguna de estas lesiones o de cualquier tipo, no dude en consultarnos. En Abilita contamos con toda una sección dedicada a recuperación de deportistas, pero también, de cualquier persona con una lesión motriz.
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