La artrosis es una patología que requiere atención especializada en un centro de rehabilitación. No es lo mismo que la artritis, dado que, en el caso de la primera, la causa del dolor se encuentra en el desgaste del cartílago, que es una zona que une los extremos de los huesos que hacen parte de una articulación, sin que necesariamente exista inflamación.
La rigidez, el dolor y la pérdida de funcionalidad en la articulación afectada, hace parte de los síntomas característicos de esta afección y que tienden a mejorar cuando se mantienen un reposo adecuado.
Son varios los tratamientos que se pueden usar para aliviar la rigidez muscular y articular, así como la sensación del dolor. Haciendo uso de manera igualmente de medicamentos y fisioterapia, se pueden aprovechar algunas opciones que permiten aprovechar el efecto analgésico que puede generar el calor aplicado en diversas áreas del cuerpo, siendo uno de ellos el uso de parafina.
¿Cómo actúa la parafina para tratar la artrosis?
La parafina es un tipo de aceite mineral que destaca por tener diversas propiedades que contribuyen en los métodos con fines terapéuticos. Dentro de estas propiedades, se encuentra el hecho de que se puede calentar rápidamente y retiene el calor por un tiempo prolongado.
Cuando se aplica sobre un área donde la articulación está afectada por la artrosis, la temperatura de la zona puede aumentar, generando diversas reacciones en el cuerpo. En este caso, el calor puede ayudar en la relajación muscular, calma la sensación dolorosa y ayuda en la vasodilatación de las venas y las arterias, permitiendo que la circulación sanguínea pueda mejorar.
La terapia con parafina no es más que un tratamiento específico de termoterapia, igual que otras técnicas como en el caso de las basadas en ultrasonido fisioterapia, salvo que en este caso es el aceite mineral el encargado de transmitir y mantener el calor.
Terapia de rehabilitación con parafina
Un equipo determinado permite calentar la parafina sólida, con el fin de poderla diluir y transformarla en el aceite que se usa en la respectiva terapia, que implica el hecho de sumergir la mano o el pie que se encuentra afectado por artrosis o se aplica con pincel o brocha sobre la zona que tiene dolor.
Es de saberse que, las articulaciones en las que se manifiesta este tipo de afección con frecuencia es en las manos, la cadera, las rodillas, sobre todo en mujeres de mediana o avanzada edad que padecen obesidad. Además, se habla de la artrosis vertebral, especialmente si se centra en la columna vertebral, con una prevalencia mayormente en adultos mayores de 55 años de edad.
De acuerdo a la zona donde se genere la artrosis, el fisioterapeuta se encargará de elegir la técnica de sumergir la parte afectada o aplicar la parafina con ayuda de una brocha.
Procedimiento
Es normal sumergir las manos o los pies varias veces en la parafina. En este caso, es conveniente mantenerse unos segundos en el interior del aparato que la contiene a una temperatura aproximada de 45° y luego se debe retirar. Esta acción puede repetirse dos o tres veces hasta lograr que la parafina se seque y pueda formar una capa fina que se encargará de retener el calor. Posteriormente, la zona de la articulación que se encuentra afectada se puede envolver con plásticos determinados y se cubre con algún tipo de guante o toalla.
Conviene que el calor pueda actuar aproximadamente unos 15 minutos, un tiempo donde el dolor irá cediendo, al igual que la rigidez o los posibles tirones y espasmos que la persona puede padecer. Ya que haya transcurrido el tiempo correspondiente, la parafina se puede retirar con facilidad.
Sin duda, un tratamiento de esta naturaleza otorga alivio, pero se debe tener presente que se puede notar mejoría tras un número considerable de sesiones. La finalidad no es únicamente disminuir los síntomas dolorosos, sino también mejorar la función de la articulación afectada.
Cabe destacar que, la terapia con parafina nunca reemplazará el tratamiento farmacológico y rehabilitador prescrito por un especialista, es decir, esta terapia es un complemento de otras medidas que ayudan a mejorar o frenar el avance de la artrosis.
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