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Cualquier persona está propensa a sufrir un episodio traumático o accidente, aunque no realice ningún tipo de actividad física o deporte, el simple hecho de movernos y caminar por la calle, bajar o subir escaleras o cargar algún objeto puede provocarnos alguna lesión pues las caídas, golpes y contracturas nos toman por sorpresa y difícilmente nos podemos anticipar a ellos.

Las lesiones contraídas en  escenarios cotidianos se pueden deber a diferentes factores y entre los principales se encuentra el mal estado de las vías de tránsito, tanto en las calles como en espacios públicos cerrados: banquetas levantadas, piso agrietado, baches, desniveles, baldosas sueltas, y la presencia de basura con la que podríamos tropezar; el alto flujo de personas provocado por la sobrepoblación, lo que hace que sea difícil transitar y trasladarse por la ciudad sin ser empujado o sorprendido por algún transeúnte distraído con el que podemos chocar en cualquier momento.

El tráfico, y la velocidad a la que se mueve la ciudad también son factores influyentes pues todos llevamos prisa y estamos bajo estrés que nos distrae de nuestro camino pudiendo tener cualquier tipo de accidente sin poder prevenirlo.

Por otro lado, si practicamos actividades deportivas las lesiones suelen ser resultado de errores en la técnica de entrenamiento,  un calentamiento deficiente, falta de preparación, calzado inadecuado, malas condiciones de la superficie en la que se practica la actividad, cansancio o falta de atención.

Así mismo, si tenemos enfermedades como diabetes, artritis,  reumatismo, osteoporosis o fibromialgia, por mencionar sólo algunas, nuestro estado de salud general nos vuelve más propensos a lastimarnos.

En cualquiera de los casos anteriores, las lesiones relacionadas con episodios traumáticos más comunes son las que afectan al aparato locomotor, es decir, al conjunto de huesos, músculos y tendones que soportan, dan movilidad a nuestro cuerpo y protegen nuestros órganos internos.

El tratamiento de estas lesiones traumáticas está a cargo una rama de la medicina llamada traumatología que también se encarga de las lesiones congénitas y adquiridas de los músculos y del esqueleto.

Las lesiones del aparato locomotor usualmente se clasifican en lesiones de tejidos blandos, como piel, tendones, músculos y ligamentos, y en lesiones de tejidos duros como son los huesos. Estas a su vez, se clasifican en: lesiones musculares que abarcan los desgarres, calambres, contusiones, contracturas y hematomas; lesiones de tendones como tendinosis y tendinopatías; lesiones de articulaciones donde entran las luxaciones y subluxaciones, la bursitis, las lesiones de cartílagos y las ligamentosas así como las mensicopatías; y lesiones de huesos que incluyen las fracturas, las fisuras y las preiostitis.

Para una mejor comprensión del tema, a continuación explicamos algunas  de las lesiones que trata, previene y rehabilita la traumatología:

Es provocado por un movimiento que supera los límites de la movilidad de los ligamentos ubicados alrededor de la articulación al hacer un estiramiento o una torsión en posiciones antinaturales. Existen tres tipos de esguince: el de primer grado no incluye rotura ni desprendimiento del ligamento y consiste en una distensión que afecta la movilidad, produce dolor e inflama visiblemente el área afectada; el esguince de segundo grado  se caracteriza por un dolor muy intenso debido a que los ligamentos se rompieron total o parcialmente; el esguince de tercer grado además de la rotura total, presenta desprendimiento del ligamento con respecto al hueso.

El tratamiento de un esguince dependerá de su gravedad pero la inmovilización y el tratamiento con crioterapia así como el uso de analgésicos y anti-inflamatorios son lo más recomendado.

En el caso de los esguinces de tercer grado es necesaria la intervención quirúrgica y con cualquier tipo de esguince, después del periodo de inmovilización, se emplea una rehabilitación funcional para fortalecer y recuperar la movilidad así como para evitar la atrofia muscular.

Contusión.

Es una lesión muscular que se caracteriza por la rotura y hemorragia del tejido blando ocasionada por una impacto directo sobre el músculo. Para su valoración es necesario palpar el área y distinguir si el hematoma se encuentra en el interior del músculo o entre músculos.

Para su tratamiento se recomienda el uso de analgésicos y anti-inflamatorios así como el reposo y la aplicación de hielo sobre el área; después de 72 horas las técnicas de masoterapia y electroterapia favorecen la recuperación.

Este tipo de lesión afecta el tejido muscular y se caracteriza por la rotura de los vasos sanguíneos del músculo. Los desgarros suceden por contracciones bruscas, por estirar el músculo más allá de su capacidad o por realizar grandes esfuerzos musculares. Se utilizan anti-inflamatorios, se aplica hielo en la zona y se recomienda el reposo y la fisioterapia.

Luxación.

Es la separación de los huesos por el desprendimiento del tejido blando que los une; por lo regular son causadas por altos impactos sobre la articulación y pueden ser totales o subluxaciones. Comúnmente son llamadas dislocaciones y cuando se sufre una es necesario hacer un traslado hospitalario para su tratamiento.

Existen diferentes tipos de fracturas pero en general se caracterizan por la rotura del hueso a causa de una fuerte presión sobre  éste. Se pueden presentar por diferentes medios: traumatismo indirecto, cuando la presión no la recibió el hueso que presenta la lesión sino otro punto del cuerpo; traumatismo directo, cuando el hueso fracturado es el que recibió el golpe directo; por fatiga o estrés, son fracturas que se dan cuando un hueso recibe fuerza prolongada durante cierto tiempo y comúnmente son llamadas fisuras.

El tratamiento inmediato de una fractura requiere inmovilización y según su tipo, su ubicación en el hueso, por el trazo, el número de fragmentos en que se partió el hueso y si está o no expuesta (es decir, si el hueso facturado rompió la piel), el médico determinará las medidas que se tienen que tomar para tratar la lesión y para la rehabilitación del paciente.

En Abilita contamos con los servicios de traumatología en nuestras instalaciones equipadas con todo lo necesario para brindarle un servicio médico de primera categoría. Nuestros especialistas con gusto lo atenderán en la prevención, el tratamiento y rehabilitación de lesiones traumáticas, congénitas y adquiridas del aparato locomotor.

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