Los llamados ortopedistas o médicos traumatólogos, son profesionales especializados en en todo lo que se relaciona a los padecimientos o enfermedades ligadas al aparato óseo y a los tendones, los ligamentos y las articulaciones. Esta especialidad se dedica a corregir y evitar deformaciones o traumatismos, ya sea por medio de aparatos, ejercicios corporales o cirugías.
Todo lo referente al sistema musculoesquelético es algo que le concierne a un médico ortopedista, el cual está capacitado para tratar problemas óseos entre los cuales están padecimientos cómo las infecciones, los tumores, las fracturas, las deformidades (tanto de los huesos como de la columna vertebral), las luxaciones, las rupturas de los ligamentos, los dolores de las articulaciones, los espolones, entre otras enfermedades tales como la artritis y la bursitis.
El origen de esta especialidad proviene de tiempos muy antiguos y ha sido un proceso muy largo hasta nuestros días. Desde el principio de los tiempos, el hombre ha mostrado interés en observar detenidamente las particularidades del cuerpo humano y sus innumerables enfermedades. Existen evidencias, desde el periodo del neolítico, en donde se descubrió que la tuberculosis llegaba a dañar algunas vértebras, además de las evidencias de los estudios realizados a personas que padecían enanismo.
Muchos de los escritos del antiguo médico hindú llamado Súsruta, refieren procedimientos muy primitivos en el que se intentaba reconstruir algunas partes de los guerreros caídos durante la guerra, a través de tratamientos. De igual manera, este médico hizo anotaciones en las que marcó la diferencia que hay entre las deformaciones hereditarias y las deformaciones congénitas.
Otro hombre de ciencia que realizó métodos ortopedistas muy parecidos a los que se realizan en la actualidad, fue Hipócrates, quien además conocía cómo era el cuadro clínico de varios tipos de luxaciones, no solamente la traumática sino también la que era causada por procesos de infección y los tratamientos a seguir.
Galeno también contribuyó al desarrollo de esta especialidad, al darle nombre a varias de las deformidades que descubrió, tales como la cifosis y la lordosis, sin embargo, la primera vez que se le denominó “ortopedia” a esta rama de la medicina, fue en el año de 1724, en un libro publicado por el doctor Nicolás Andry, donde se relacionaba este término con el tratamiento de las deformidades, además de consejos sobre higiene.
Andry también eligió algunos símbolos referentes a la ortopedia, como la imagen de un árbol torcido al que se le pone un tutor para enmendar su crecimiento. De igual manera, contribuyó a poner algunos de los límites de esta especialidad, aunque estos poco a poco se han ido ampliando, hasta abarcar los campos que conocemos hoy en día.
Sin embargo, las innovaciones y los descubrimientos de ese científico francés, fueron sólo del lado externo, pues no fue más allá de lo teórico y académico, es decir, no llegaron a la parte de la cirugía, ya que era un opositor de las intervenciones quirúrgicas. Este médico llegó a ser decano en la Facultad de Medicina e hizo contribuciones muy valiosas a la ortopedia, con remedios en apariencia simples pero que podía poner en práctica cualquier persona.
Muchos de los avances que se han tenido en el campo de la ortopedia, se dieron gracias al desarrollo tecnológico e industrial. Con la inversión de rayos X y otros inventos tales como el microscopio y los analgésicos como el éter, aunado a descubrimientos en antisepsia y bacteriología que realizaron científicos como Louis Pasteur y Joseph Lister, se pudo pensar en la cirugía ortopedista aplicada a amputaciones que ayudaban a salvar vidas.
La primera noticia de una operación sobre hueso de la que se tiene registro data de 1835, y fue realizada por un cirujano de origen cubando, llamado Fernando González del Valle, quien fue el encargado de realizar una intervención para tratar una osteomielitis en el hueso frontal.
Posteriormente, este mismo país volvió a darle una contribución enorme a la ortopedia, puesto que se realizó en 1842 la primera tenotomía de Aquiles. Desde el final del siglo XIX y principios del siglo XX, hay intenciones de establecer la ortopedia como una especialidad médica, todo esto en la Universidad de la Habana, en Cuba.
Hoy en día, un ortopedista además de cursar su carrera como médico general, debe de estudiar los años correspondientes a la especialidad y un sinnúmero de cursos especiales respecto de este campo médico, de igual forma se recomienda que estos especialistas acudan a encuentros médicos en los que reciban actualizaciones continuas sobre este tema.
Entre los procedimientos ortopédicos más comunes que se realizan actualmente, están operaciones como: la artroscopia en la rodilla y la cirugía de reparación de túnel carpiano. En México, existen lugares en los que se realizan este tipo de cirugías, uno de ellos es Abilita, un centro de especialidad en ortopedia y rehabilitación, en el que encontrará el servicio y la atención médica que está buscando.
En Abilita encontrará todo tipo de médicos y especialistas en todo lo que se refiere a las terapias físicas tanto traumatológicas como ortopedia y rehabilitación, además de que es una de las mejores clínicas de rehabilitación en nuestro país, ya que cuenta con todas las instalaciones necesarias para realizar fisioterapia, medicina deportiva, entre otros tratamientos.
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