La historia médica de la antigüedad ha evidenciado que en Grecia ya se hacía uso empírico de agentes físicos para mantener la salud. En aquél periodo de gran esplendor para la humanidad ya se le daba gran importancia terapéutica a la dieta y los ejercicios corporales así como a los masajes y los baños de mar. Además, esta tendencia continuó durante los primeros 20 o 30 años del Cristianismo que se desarrollaba en la antigua Roma.
Sin embargo, la medicina física y rehabilitación, tal y como la conocemos en la actualidad, tuvo su origen en los Estados Unidos a principios del siglo XX y estuvo a cargo del médico Dr. Frank Krusen. Los primeros lugares entendidos como centro de rehabilitación física, eran muy austeros durante aquellos primeros años de desarrollo, no obstante, ya existían médicos especialistas con habilidades para el manejo de enfermedades patológicas y lesiones provocadas por un traumatismo.
Este grupo de médicos utilizaba ya agentes físicos específicos para las terapias que permitían observar una notable mejoría en aquellos pacientes que eran tratados con esta medicina hasta entonces alternativa. Además, este grupo de médicos que estaba a punto de revolucionar la medicina trabajaban en conjunto con otros especialistas para tratar aspectos psicológicos, sociales y laborales de aquellas personas que sufrían de alguna enfermedad patológica.
Los médicos se encargaron también de propagar las nuevas ideas y conclusiones a las que llegaban a través del trabajo constante. Pronto, el área de publicaciones relacionadas con la rehabilitación física cobró importancia entre los médicos de otras regiones del mundo. Sin embargo, las primeras publicaciones de esta nueva rama de la medicina estaban enfocadas al tratamiento de militares que padecían alguna discapacidad provocada por la guerra así como a personas con deformidades musculo-esqueléticas.
No fue, sino hasta 1941 cuando se publicó por vez primera el libro de Medicina Física del Dr. Krusen, libro que hacía un amplio estudio sobre el uso de los procedimientos físicos en el cuidado de los enfermos. También, el libro la definía como la rama que utilizaba las propiedades físicas y otras propiedades efectivas de la luz, el agua, el calor y el frío para la terapia física e implementación para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
Hoy en día, un centro de rehabilitación es un espacio que cuenta con tecnología y especialistas que han adquirido conocimientos milenarios para lograr el tratamiento adecuado de personas que han sufrido una lesión a causa de un traumatismo o personas que sufren de enfermedades patológicas o congénitas que afectan su calidad de vida.
Las clínicas de rehabilitación física modernas cuentan con ortopedistas y traumatólogos que analizan las mejores vías de recuperación a través de los métodos y las técnicas adecuadas, permitiendo así que el paciente sea canalizado al área de rehabilitación física más adecuada para que reciba un tratamiento con equipos especiales que permitirán la pronta recuperación de la persona lesionada.
Actualmente existen aparatos que son utilizados para la rehabilitación física o fisioterapia, como también es conocida, que permiten aliviar múltiples dolencias, agudas o crónicas, causadas por diversos tipos de lesiones o deformaciones del sistema musculo-esquelético que reducen la calidad de vida de todas aquellas personas que se encuentran en una situación similar.
Un centro de rehabilitación con calidad cuenta con aparatos de ultrasonido que permiten el tratamiento de ciertas enfermedades. Este método terapéutico consiste en la transferencia de ondas mecánicas con una frecuencia que es superior a la que puede captar el oído del ser humano. Para tal fin, se emplea un gel especial que permite la transferencia de las ondas a la zona afectada. Esta terapia es utilizada para tratar lesiones traumáticas en zonas blandas, tendinitis, sinovitis postraumática en la rodilla, fibrosis en los músculos y tendones, etc.
Los tratamientos de láser, por su parte, son utilizados por los fisioterapeutas para eliminar síntomas dolorosos y recuperar el movimiento de las articulaciones. Este equipo posee una fuerte acción antiinflamatoria y calmante que puede ser utilizada para el tratamiento de dislocaciones, hernias, tendinitis, neuralgias, grietas y espolones. Este es un tratamiento que no causa ningún tipo de dolor en el paciente y resulta muy efectivo.
Mientras que los tratamientos láser son efectivos en el alivio de dolores, la electroterapia proporciona estímulos físicos a través de la corriente eléctrica, estas corrientes permiten que el cuerpo reaccione y así obtener respuestas fisiológicas que corresponden al concepto de este tipo de tratamiento de rehabilitación física.
Los rayos infrarrojos son otro método que utilizan los fisioterapeutas que se encargan de mejorar la calidad de vida de todos aquellos pacientes que se ponen al servicio de un especialista de esta naturaleza. Los infrarrojos son aplicados a través de lámparas que emiten un espectro que los seres humanos somos incapaces de ver. Esta técnica de curación es empleada en el tratamiento de contracturas y espasmos musculares.
Pero la realidad es que si usted, querido lector, está leyendo este artículo es porque tiene alguna molestia o dolor agudo. Para estos casos es necesario acudir con especialistas que puedan brindarle un tratamiento adecuado. Un fisioterapeuta está obligado a ayudar y disminuir el dolor en los pacientes que contraten sus servicios Además, debe lograr una recuperación de la zona afectada (siempre y cuando tenga solución) y así ayudar al paciente a tener una pronta recuperación.
Es por ello que si usted ha decidido acudir a un centro de rehabilitación lo haga cuando y donde tenga la certeza de que será atendido por profesionales. En Abilita, Medicina de rehabilitación integral, ortopedia y especialidades médicas, encontrará a los mejores fisioterapeutas, traumatólogos y ortopedistas que pueda imaginar.
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