La actividad física es importante para mantenerse sano y en condiciones para desarrollar labores en el día a día, para ello, existen diversas formas de ejercitarse, las cuales tienen sus beneficios en la salud del individuo y mejoran la calidad de vida; sin embargo, una vez aparecen síntomas característicos de un inconveniente, como el dolor intenso en las rodillas, brazos o demás articulaciones, hay que tomarse una pausa.
Este tiempo sirve para identificar la zona del dolor, su causa y su consecuencia, no es bueno continuar realizando ejercicios cuando hay molestias en el cuerpo, porque estas son señales de que está surgiendo algo y necesita ser atendido para presentar una solución. Por ello, el primer paso es verificar si esta área presenta una anomalía, como hinchazón, enrojecimiento, dificultad para flexionar, entre otras.
Posibles causas del dolor en la rodilla
- Esguince de rodilla: surge cuando alguno de los ligamentos sufre daños o desgarros, producidos por malos estiramientos, golpes o fuerzas.
- Bursitis: es la inflamación de la bolsa o saco que está cerca de la articulación, el cual está lleno de líquido.
- Desgaste o sobreesfuerzo: es común que en personas que corren o caminan mucho se presencie desgaste, a causa del uso constante y movimiento repetitivo de esta zona.
- Tendinitis rotuliana: se presencia por la inflamación de los tendones, causando molestias y rigidez.
- Desgarro de menisco: son una de las lesiones más comunes, imposibilitando el movimiento y generando fuertes dolores.
- Luxación: ocurre cuando la articulación mueve al hueso de su área habitual, causados principalmente por golpes o caídas.
- Artritis reumatoidea: es una condición crónica que afecta las articulaciones, produciendo hinchazón y dolor en estas zonas.
- Artrosis: enfermedad crónica que desgasta los cartílagos que cubren los extremos del hueso.
Es posible que se trate de alguna de estas condiciones, las cuales requieren de atención médica especializada, con el propósito de reducir el dolor y las molestias al caminar o realizar movimientos, para este tipo de situaciones, hay un centro de rehabilitación que proporciona terapias que contribuyen en la recuperación total o parcial de estas áreas del cuerpo.
¿Cómo saber si necesito atención médica?
Compruebe si los síntomas disminuyen con reposo o aplicación de hielo, si no llega a suceder y estos siguen aumentando la intensidad de dolor, hinchazón, dificultad para movilizarse, rigidez o enrojecimiento, acuda inmediatamente con un traumatólogo, el cual se encargará de determinar cuál es el padecimiento, y si requiere de remitir con un centro de rehabilitación o no, este especialista le indicará exactamente el tratamiento más adecuado para su caso.
Beneficios de un centro de rehabilitación
Cuenta con múltiples especialistas que se encargará de ofrecerle un servicio oportuno, para que usted pueda retomar sus actividades físicas paulatinamente, algunos de estos profesionales son fisioterapeutas, ortopedistas, reumatólogos; los cuales estarán capacitados para resolver las necesidades de cada uno de los individuos que ingresa a terapia.
Un centro de rehabilitación proporciona alternativas para mejorar la calidad de vida de las personas y reducir los síntomas de malestar, con el fin de que el dolor sea más soportable y no perjudique su bienestar o cotidianidad; todos estos métodos requieren de ejercicios que fortalecen el músculo y el área afectada, para así recuperar las funciones articulares.
Además de esto, son esenciales para evitar los métodos de recuperación invasivos como las cirugías que requieren de tiempos de rehabilitación más prolongados o dolorosos. Por ello, la terapia física es una alternativa más convencional, que permite grandes resultados sin necesidad de someterse a procedimientos quirúrgicos en algunos casos.
Consejos para prevenir lesiones en las rodillas
Utilice siempre protección al practicar cualquier tipo de deporte que requiera del uso de estas zonas, como rodilleras, las que eviten lesiones causadas por golpes o caídas que recaigan sobre el área. Son implementos que no deben olvidarse en ningún momento, con ajustes para que no se caigan y diseños específicos para su rodilla.
Realice estiramientos que permitan calentar los músculos y prepararlos para el ejercicio, tenga en cuenta que muchas de las dificultades presentadas en las rodillas se deben por una mala preparación antes de ejecutar la práctica deportiva, lo que ocasiona con más facilidad los desgarros y resentimientos de estas zonas. Así mismo, coma saludablemente, porque la cantidad de peso puede conllevar a la generación de alteraciones en los huesos.
Si necesita más información sobre un centro de rehabilitación adecuado para su condición en particular, no dude en contactarse con nosotros por medio de la línea telefónica (55) 4623 8329 o acercándose a la Av. Nuevo León 270, piso 7, Col. Condesa, Alcaldía Cuauhtémoc, 06140, CDMX.