La ortopedia es una de las ramas de la medicina que trabaja más activamente, de hecho, su trabajo con un paciente nunca termina, porque la evolución o degeneración del sistema musculoesquelético es un proceso constante. Cuando se trata de pacientes en las primeras etapas de su vida, las madres sienten inquietud por diversos temas, como la postura de sus hijos al caminar o sentarse, la forma de sus pies, si están andando correctamente, si experimentan dolor durante la noche, tienen problemas de motricidad gruesa, escoliosis o han desarrollado alguna condición genética que amerita tratamiento médico continuado.
Y, a medida que las personas ganan en edad, es natural que aparezcan enfermedades y dolencias relacionadas con el envejecimiento o que son resultado de un estilo de vida poco activo. Molestias en las rodillas, artritis, artrosis, osteoporosis, hernia discal, lumbalgias y otras condiciones, quizá de naturaleza más delicada, son el pan de cada día de muchos pacientes que nos visitan en nuestro centro de rehabilitación. Es por ello por lo que en este artículo hemos preparado una serie de respuestas a las dudas más recurrentes sobre procesos médicos importantes y variados que requieren tratamiento multidisciplinario.
¿Por qué mi hijo se fractura tanto?
También conocida como la enfermedad de los huesos de cristal, la osteogénesis imperfecta se comporta en múltiples fracturas, debido a que los huesos no son capaces de mantener la resistencia que se espera de ellos. Son extremadamente porosos y, por lo tanto, pueden ceder fácilmente con una caída simple o un golpe. Pero, ante varias fracturas de repetición sin relación con una alta energía como causa, ¿cuál es el abordaje diagnóstico? Son varios los aspectos que hay que analizar, cómo el aspecto clínico del paciente, a fin de determinar si se trata de un caso de osteogénesis imperfecta o resulta pertinente hacer más pruebas.
Además, si han pautado una cita de ortopedia para atender un caso de fracturas continuadas, será necesario estudiar el tipo de fracturas y las características radiográficas de los huesos largos, al igual que la columna. También se procederá a descartar la presencia de huesos Wornianos, se prescribirá una densitometría ósea, un estudio para conocer el grado de densidad de sus huesos y, finalmente, el diagnóstico de confirmación es el genético, ya que, en el 85% de los casos, la mutación está en el gen COL1A1 o COL1A2.
Si tengo escoliosis, ¿debo operarme?
La necesidad de llevar a cabo una cirugía para corregir la curvatura de la columna deberá determinarla el especialista en función de la gravedad de su caso. Por lo general, se recomienda una operación solo para los pacientes que presentan un pronóstico muy complejo y cuya curvatura se vuelve más aguda con el paso del tiempo. El tipo de cirugía más común es la fusión espinal, que consiste en unir dos o más huesos de la columna para que no puedan moverse de manera independiente. Sin embargo, si sus estudios por imagen no han resultado gravemente alterados, lo más probable es que el traumatólogo los remita con fisioterapia para realizar ejercicios posturales que favorezcan su diagnóstico.
¿Por qué mi hijo camina con los pies hacia adentro?
Muchas madres se inquietan al ver que sus hijos tienen un andar distorsionado, que no apuntan los pies hacia el frente, sino que caminan con las rodillas orientadas hacia adentro. A esta condición se le conoce como intrarrotación y es muy común en los niños pequeños. Tengan en cuenta que los bebés pueden nacer con sus pies hacia adentro, lo cual se debe al hecho de estar colocados en un espacio reducido dentro del útero. En la mayoría de los casos, los especialistas en ortopedia consideran que ningún tratamiento es necesario para la intrarrotación en bebés menores de seis meses; sin embargo, en los casos más graves puede ser necesario un enyesado prematuro y acompañamiento con fisioterapia.
¿Por qué me crujen las rodillas?
Esta es una de las preguntas más frecuentes relacionadas con el sistema musculoesquelético y asombra el hecho de que no siempre se trata de adultos mayores o personas con movilidad reducida, sino de pacientes sanos y jóvenes. Desde luego, el crujido en las rodillas es una sensación bastante desagradable que suele aparecer al bajar y subir escaleras, agacharse o caminar después de haber permanecido sentados por mucho tiempo. Uno de los principales motivos puede ser la acumulación de gas en el líquido sinovial, que hace que se formen burbujas cuando la articulación es puesta en marcha. No obstante, si llevan una vida muy sedentaria y las crepitaciones van acompañadas de un dolor punzante, deben hacerse un chequeo, porque pueden estar ante un deterioro del tejido cartilaginoso.
Tengo dolor crónico de espalda, ¿qué puedo hacer?
El abordaje terapéutico del dolor crónico de espalda va a depender del área afectada. Lo primero es que acudan a una consulta de valoración y que se sometan a los estudios por imagen pertinentes. Las lumbalgias suelen poder corregirse con ejercicios posturales y, sobre todo, prescripción medicamentosa de analgésicos; no obstante, hay escenarios más graves que podrían ameritar apoyo multidisciplinario para descartar pinzamientos de los nervios, hernia discal, desgarros musculares, fisuras, traumatismos, entre otros. Una vez que cuenten con la orden farmacológica, el médico puede considerar necesario tratamientos alternos, como reeducación muscular, ultrasonido y electroestimulación.
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