REHABILITACIÓN FÍSICA CON TÉCNICAS DE FISIOTERAPIA - Abilita
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Las lesiones y enfermedades que afectan el estado de músculos, huesos, ligamentos, tendones y articulaciones son mucho más comunes de lo que se piensa. El tratamiento oportuno de estos padecimientos es de suma importancia pare reducir, en medida de lo posible, alteraciones en la calidad de vida de quien las presenta. Debido a que implican pérdida de movilidad que causa incapacidad temporal o permanente, la rehabilitación física en este proceso de tratamiento es fundamental. Sólo un especialista, como un ortopedista, traumatólogo o fisiatra, puede indicar el tipo de tratamiento más adecuado en cada caso, esto a partir de un diagnóstico preciso establecido a partir de pruebas que le permitan valorar la condición del paciente. Sin embargo, es posible que antes de llegar con un especialista en el tratamiento de afecciones del sistema musculoesquelético, la primera consulta médica para el diagnóstico sea con un médico general, o bien, con un especialista en otra rama de la medicina. De hecho, en la mayoría de los casos estos padecimientos que afectan la movilidad del cuerpo son tratados por un equipo de especialistas en diferentes disciplinas, ello con la finalidad de ofrecer una atención integral a los pacientes.

Como acabamos de mencionar, la rehabilitación es uno de los elementos fundamentales en todo tratamiento, pues esta permite no únicamente recuperar lo más posible la movilidad de la parte afectada, sino también prevenir futuras lesiones y el deterioro prematuro de los componentes del sistema muscoloesquelético a raíz de un padecimiento crónico. En términos generales, la rehabilitación comprende todas aquellas medidas, procesos y técnicas enfocadas en ayudar a los pacientes que presentan alguna discapacidad física temporal o permanente, la recuperación de sus aptitudes físicas, sensoriales, psicológicas e intelectuales, así como el desarrollo y fortalecimiento de las mismas. Todo esto tiene por finalidad permitir al paciente reintegrarse a la sociedad y retomar sus actividades cotidianas, de modo que su calidad de vida se vea lo mínimamente afectada tras la lesión por enfermedad o traumatismo. En un proceso de rehabilitación intervienen médicos especializados en medicina y rehabilitación física y fisioterapeutas, psicoterapeutas, terapeutas ocupacionales, terapeutas del lenguaje, psiquiatras y trabajadores sociales, entre otros, pues como ya mencionamos, la intención es ofrecer una recuperación integral a los pacientes partiendo del conocimiento de que una incapacidad física temporal o permanente no únicamente afecta a nivel físico.

Es a partir de las características de la lesión o enfermedad, del estado de salud general del paciente y de sus intereses, que se desarrolla el programa de rehabilitación personalizado. Para cada caso individual se trazan objetivos específicos y se hace con el médico responsable, un pacto para seguir el programa de modo que se puedan obtener resultados satisfactorios. Dentro de estos programa la rehabilitación física siempre es uno de los pilares fundamentales. Como su nombre lo indica, este tipo de rehabilitación se enfoca a tratar los aspectos del padecimiento que afectan las capacidades físicas del paciente, en particular la movilidad, y por lo regular se encuentran a cargo de fisioterapeutas o terapeutas físicos, profesionales que cuentan con amplio conocimiento en técnicas no farmacológicas para el tratamiento, rehabilitación y prevención de lesiones por traumatismo o padecimientos subyacentes que afectan al sistema musculoesquelético. A partir de la información obtenida del diagnóstico y otras pruebas especiales diseñadas para medir la fuerza y la amplitud de movimiento del paciente, el fisioterapeuta diseña tal programa de rehabilitación, el que puede contemplar el uso de diferentes técnicas. Entre las que se encuentra la aplicación de agentes físicos, la electroterapia, la masoterapia y los ejercicios físicos.

En agentes físicos encontramos la hidroterapia, una técnica que hace uso del agua con fines terapéuticos, ya sea a través de duchas, compresas, fomentos, baños de remolino, lavados, masajes subacuáticas y la natación, a diferentes temperaturas según los efectos deseados. La termoterapia es otro agente físico que consiste en aplicar calor en diferentes puntos del cuerpo utilizando compresas, almohadillas eléctricas, parafina, aire seco, forros térmicos, fangoterapia, radiación infrarroja e hidroterapia caliente, entre muchas otras. Por su lado, la crioterapia aprovecha los efectos que el frío puede tener sobre el estado de lesiones con la aplicación de compresas frías, bolsas de hielo, aerosoles refrigerantes, inmersiones en agua helada y masajes con hielo, por mencionar sólo algunos ejemplos. Otra técnica que corresponde a agentes físicos es la fototerapia, la cual consiste en la exposición a luz natural o artificial para tratar lesiones y enfermedades. Esto mediante la toma de baños de sol, terapia con rayos ultravioleta y luz infrarroja. Por otro lado, en electroterapia se contemplan técnicas como el ultrasonido, la magnetoterapia, el uso de microcorrientes, electrogimnasia y una técnica llamada TENS. Con el ultrasonido de alta o baja frecuencia, según los efectos deseados, el paciente recibe vibraciones sonoras que pueden reducir el dolor, ayudar a la relajación muscular y a la regeneración de tejidos. En la magnetoterapia se usan campos magnéticos con intensidad y frecuencia controladas para estimular el colágeno y calcio en los huesos. El uso de microcorrientes, técnica conocida como bioestimulación tiene efectos como la estimulación del flujo sanguíneo, reducción del dolor, recuperación y regeneración de los tejidos. La técnica TENS está diseñada para estimular las fibras nerviosas gruesas para lograr un efecto analgésico y finalmente con la electrogimnasia se estimulan los músculos para provocar su contracción, esto con la finalidad de fortalecerlos y reducir el tejido adiposo. Otras técnicas de electroterapia son el uso de corrientes interferenciales, corrientes galvánicas, altos voltajes y láser.

En masoterapia se realizan masajes a los pacientes, terapéuticos, deportivos o de drenaje linfático, así como masajes reductivos, masajes faciales y el automasaje. Esta técnica puede estar combinada con otras e incluir el uso de agentes físicos como el calor y el frío, o incluso de corrientes eléctricas. Por otra parte tenemos los ejercicios físicos que incluyen programas especiales para el trabajo de fuerza, resistencia, elasticidad y velocidad aplicados de manera local, regional o global. En estos ejercicios se contempla la reeducación muscular, diseñada especialmente para que el paciente recupere el dominio sobre un músculo atrofiado o lesionado, y la kinesioterapia, para recuperar los rangos de movimiento y mejorar la respuesta muscular. Otros ejercicios de rehabilitación física son la Delfino terapia, la equinoterapia, los aeróbics acuáticos, los Pilates y técnicas como la Williams y Regan y la Buerguer-Allen, de las que hablaremos en futuras ocasiones.

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