En publicaciones anteriores en el blog de Abilita, expertos en fisioterapia, hablamos de los diferentes factores a los que cualquier persona se encuentra expuesta en su día a día que pueden hacerla propensa a sufrir algún tipo de lesión que afecte de manera temporal o por tiempo indefinido la movilidad de alguna parte de su cuerpo. Como recordarán, entre las más comunes se encuentra el mal estado de las superficies de tránsito, como la presencia de grietas, agujeros, desniveles y zonas de riesgo sin la señalización adecuada, así como la falta de atención al caminar y debilidad muscular que puede ocasionar caídas y tropiezos.
Una de las lesiones más comunes ocasionadas por estos factores son los esguinces de tobillo y en esta ocasión hablaremos de su clasificación y de la manera en que la rehabilitación con técnicas de fisioterapia pueden contribuir a su recuperación.
Para comenzar es importante definir lo que son los esguinces. Un esguince es una lesión que afecta a los ligamentos que rodean la articulación del tobillo, ya sea por su distensión o por su ruptura parcial o total. Este tipo de lesión por lo regular se produce cuando se realizan estiramientos o torsiones del tobillo en posiciones que resultan antinaturales y demandan mayor trabajo de los ligamentos, llevándolos hasta el punto de sufrir un daño. Como ya mencionamos, cualquier persona puede sufrir de una lesión en el tobillo, en especial aquellas que transitan en una ciudad que llega a ser tan caótica como la Ciudad de México, pero se identifica que existen grupos de riesgo muy específicos, como quienes practican actividades físicas deportivas y quienes usan zapatos de tacón y calzado deportivo de lona, pues estos últimos no ofrecen suficiente soporte a los pies, en específico en el área del tobillo, lo que los hace más vulnerables al daño cuando se da un paso en falso o si se llegaran a atorar en alguna grieta.
Según la gravedad de daño en los ligamentos del tobillo, los esguinces se clasifican en tres grados diferentes, y según el nivel de gravedad al que pertenezcan se emplean diferentes tratamientos. Los esguinces de primer grado son aquellos en los que únicamente existe una distensión en los ligamentos y se caracteriza por síntomas como dolor e inflamación. Mientras tanto, los esguinces de segundo grado presentan una ruptura parcial de los ligamentos del tobillo y por tanto el dolor que los acompaña suele ser intenso, aunque externo y localizado, así como inflamación, hematomas e inestabilidad al estar de pie y caminar. Finalmente en los esguinces de tercer grado el ligamento del tobillo se rompe por completo y se presenta un desprendimiento de este en relación al hueso, lo que ocasiona además de dolor intenso, inflamación, un hematoma e inestabilidad.
Debido a que el tratamiento depende de la gravedad del esguince, resulta fundamental que el médico realice una exploración a fondo para detectar las características de la lesión. Para ello hace una exploración física que consiste en palpar el área y aplica pruebas de movilidad. En algunos casos se solicitan pruebas de imagen, como radiografías, esto para descartar la existencia de alguna fractura o una lesión articular o en el cartílago, o resonancias magnéticas a través de las que se logran detectar otras lesiones que a través de una exploración física o radiografías pasaron desapercibidas.
Una vez que se ha establecido el diagnóstico preciso, el especialista indica las pautas a seguir para la recuperación. El tratamiento incluye la inmovilización de la zona afectada, la elevación de la pierna para reducir el flujo sanguíneo y con ello el dolor y la inflamación y el uso de compresas frías. En el caso de esguinces de menor gravedad puede ser suficiente guardar reposo y utilizar un vendaje inmovilizador, pero en los más graves la inmovilización durante varias semanas y la intervención quirúrgica para reparar los ligamentos puede ser necesaria.
En esta ocasión no nos detendremos a hablar a profundidad sobre los tratamientos empleados para atender un esguince, pero en futuras publicaciones en el blog de Abilita encontrarán mayor información al respecto.
Una vez finalizado el tratamiento, tal y como ocurre con otro tipo de lesiones, se requiere seguir un programa de rehabilitación física, a través del cual el paciente pueda recuperar su movilidad y fortalecer el grupo de ligamentos y músculos que se vieron afectados para evitar que se atrofien. Es por esta razón que en el tratamiento de una lesión intervienen diferentes especialistas, tanto en traumatología y ortopedia como en fisioterapia, y en algunos casos el apoyo de psicólogos y psiquiatras también es necesario por las implicaciones que tiene la pérdida de movilidad en el estilo de vida de quien se ha lesionado.
En el proceso de recuperación de lesiones y enfermedades que afectan el estado del sistema musculo esquelético la fisioterapia es de gran importancia, pues a través de ella es que se pueden recuperar, en medida de lo posible, las capacidades funcionales del paciente que ha atravesado por periodos de inmovilidad a raíz de una lesión, como puede ser un esguince, una fractura, una dislocación o un desgarro, entre otras.
El fisioterapeuta, para diseñar el programa de rehabilitación física adecuado para cada paciente con un esguince de tobillo, espera al menos a que pase una semana de reposo para evaluar las capacidades funcionales del área afectada. Para los esguinces de segundo y tercer grado usualmente se emplean técnicas como la masoterapia, la electroterapia y los ejercicios físicos para fortalecer el tobillo y prevenir futuras lesiones.
La masoterapia consiste a grandes rasgos manipular el área lesionada a través de técnicas de masaje, con la electroterapia en general para mejorar el estado de los tejidos y estimular su regeneración a través de la aplicación de impulsos eléctricos, y con los ejercicios físicos se busca recuperar los rangos de movilidad normales del ligamento afectado, incrementar fuerza y resistencia de los músculos para proteger el tobillo y evitar lesiones.
Los invitamos a mantenerse al pendiente de nuestro blog, en el que próximamente compartiremos algunos de los ejercicios básicos empleados para la rehabilitación de esguinces de tobillo y hablaremos a mayor profundidad de las técnicas de fisioterapia empleadas en la rehabilitación de esta y otras lesiones.
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