Uso del ultrasonido en la fisioterapia
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ultrasonidoUna de las grandes muestras del avance tecnológico es la capacidad que los científicos o los técnicos tienen no sólo para desarrollar nuevas tecnologías o avances en los dispositivos que hacen posible nuestra sociedad, sino para adaptar esas herramientas a otros campos de acción y que por lo tanto resultan doblemente benéficas. Quisiéramos ahondar más en los beneficios que pueden otorgar el ultrasonido como parte de la fisioterapia, pero antes de eso, lo mejor sería exponer la manera en que funcionan un ultrasonido pues es una de las maneras en que se puede comprender mejor los beneficios de esta novedosa aplicación de los ultrasonidos. En Abilita contamos con las instalaciones y el equipo de calidad para poder llevar a cabo este tipo de tratamientos.

Casi todos conocemos la utilidad principal de los dispositivos de ultrasonidos que generalmente funcionan como parte de los procesos médicos de detección para una gran variedad de padecimientos clínicos en la actualidad. En pocas palabras, este dispositivo hace uso de ondas acústicas provocadas por frecuencias sonoras producidas por el movimiento de ciertos animales u objetos. Todos los órganos que se encuentran dentro de nuestro cuerpo no se encuentran estáticos, por lo que siempre producen ondas de este sonido, y es gracias a estas ondas sonoras que se pueden identificar. A pesar de la gran importancia de estos aparatos dentro del terreno de la medicina, en realidad los antecedentes del ultrasonido se usaban para aplicaciones industriales, y gracias estas se podían realizar mediciones a larga distancia, y comprobar cómo se comportaban los elementos internos de las estructuras maquinarias. A través de estas ondas sonoras, la maquina procesa estas señales y las traducen en imágenes que pueden ofrecer una visión del cuerpo interior (en este caso, estamos hablando ya de los usos médicos del ultrasonido), así las maquinas le ofrecen a los médicos dos formas de poder diagnosticar tanto la impresión de la imagen como las frecuencias sonoras. La diferencia que existe entre estas impresiones y los rayos X es que en este último, el paciente se somete a ondas de radiación que si no están bien calibradas o que si se realizan con mucha frecuencia pueden llegar a causar problemas dentro del organismo del paciente, sino simplemente pro una transmisión de frecuencias entre el aparato de ultrasonido y el cuerpo, entre mayor sea la frecuencia menor nítida será la señal que se reciba y mientras sea menor, la capacidad de recepción de la frecuencia aumenta.

Ahora, hablemos un poco más del su uso fisioterapéutico. Como ya se sabe, la fisioterapia busca ser una herramienta alternativa para combatir ciertas dolencias, que puede tanto sustituir como ser el aditamento de un tratamiento más complejo o químico. Los principales motivos por los que se aplica esta alternativa son para apaciguar fuertes dolores musculares u óseos, también como un aliciente para la regeneración de tejidos dañados y como antiinflamatorio. Aunque, en teoría no al momento de aplicar la terapia no se hace uso de algún tipo de sustancia o de radiación, se hace uso de ondas que si aplicar en un alto nivel, puede perjudicar tanto a los tejidos como a los huesos en los que se esté aplicando. Como cualquiera de las fisioterapias que existen, tienen que ser prescritas por un especialista y, además tiene que ser aplicada por un profesional con suma experiencia en esta terapia. El ultrasonido como fisioterapia tiene dos tipos:

  • El ultrasonido continua se utiliza como una termoterapia (es decir que también hace uso de la temperatura) selectiva en los tendones y tejidos semejantes. Se aplica en caso de que la dolencia aún no sea muy grave, y debe evitarse en casos de inflamación.
  • Otro tipo de terapia es mediante pulsaciones de onda, que se aplica en caso de padecimientos de dolor agudo o inflamatorio. También se tiene que cuidar que las frecuencias no sean muy altas.

También existen dos maneras de aplicar dichos tratamientos, el primero es mediante acoplamiento subacuático, y se utiliza cuando se trata con superficies irregulares que sufren de dolor profundo. El agua hierve previamente y se coloca en una cubeta esterilizada. La superficie a tratar se sumerge y el cabezal del dispositivo de ultrasonido se coloca a 3 centímetros de distancia en la zona a tratar, moviéndola en serie pendulares. Es importante que el terapeuta use guantes y que bajo ninguna circunstancia introduzca la mano dentro del agua. La otra modalidad es el acoplamiento mixto, que se utiliza en regiones cóncavas que no pueden ser tratadas mediante la inmersión acuática. En este caso, se interpone entre el cabezal y la zona a tratar, un globo de látex que contiene agua gasificada. Se coloca el usual gel de dispersión del cabezal, entre el globo y la zona y entre el cabezal y el globo. Las frecuencias en esta modalidad llegan a ser un poco más altas que en las anteriores porque hay perdidas de energía, sin embargo están también tienen que estar sumamente controladas.

Otras áreas en las que se utiliza el ultrasonido como procedimiento terapéutico es la limpieza dental, mediante las vibraciones de la sondas se lleva a cabo un proceso de cavitación que destruye las placas de sarro favoreciendo de manera mucho más rápida la acumulación de las sales. En algunos casos también se recomienda para la absorción más rápida de medicamentos que contienen una estructura mucho más compleja, como sucede con algunas de las sustancias usadas en la quimioterapia o paralelas a ellas.

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