Preguntas frecuentes sobre el tratamiento de ultrasonido para rehabilitación - Abilita
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Durante casi un siglo, la terapia con aparatos de ultrasonido ha logrado calar profundamente tanto en la comunidad médica como en la estética, pues se ha empleado como un procedimiento no invasivo para tratar distintas afecciones y dolencias. A menudo, el ultrasonido en fisioterapia se usa con la finalidad de atender las áreas inflamadas, resultantes de una patología muscular o un accidente deportivo. Sin embargo, también encuentra aplicabilidad para administrar un medicamento a través de la piel sin necesidad de inyección, lo que hace que esta tecnología sea adecuada cuando los métodos típicos no son suficientes, pertinentes o no han surtido el efecto esperado.

La mejor manera de comprender en qué consiste el ultrasonido y cómo funciona consiste en pensar en las ecografías que se practican a las mujeres embarazadas, puesto que la tecnología, aplicada en el ámbito de la traumatología y la rehabilitación física, es básicamente la misma. Se colocan pequeñas sondas en el área afectada, empleando un gel conductor o crema, medicado o no para usar el transductor. La sonda vibra, enviando ondas a través de la piel que penetran dentro del cuerpo, sin que esto les genere ni la más mínima molestia. Las ondas hacen que el tejido subyacente vibre, obteniendo muchos beneficios.

En la práctica de la rehabilitación física, el uso del ultrasonido induce ondas para obtener diversos efectos en pacientes con articulaciones afectadas o zonas en las que se han producido lesiones inflamatorias. El transductor o sonda opera por energía mecánica, provocando la oscilación de las moléculas después de penetrar el tejido, lo que da como resultado la generación de calor. En Abilita, por ejemplo, contamos con una aparatología que emite ondas de sonido a 17,000 ciclos por segundo, aplicándose directamente sobre la zona afectada, a fin de que los cambios térmicos reduzcan el edema.

¿Para qué se usa?

Puesto que son tan amplios los beneficios del ultrasonido en fisioterapia, es posible usar esta tecnología para el tratamiento de una gran variedad de problemas de salud relacionados con el sistema musculoesquelético, si bien su viabilidad solo puede ser determinada por uno de nuestros especialistas tras valorar su perfil clínico. Por lo general, se reserva para dolencias con músculos inflamados en deportistas de alta competencia, después de un accidente doméstico o automovilístico en pacientes de todas las edades.

La comunidad médica enfocada en traumatología y fisioterapia ha podido comprobar los beneficios del calentamiento para ayudar a los pacientes con procesos inflamatorios resultantes de una lesión muscular o una enfermedad degenerativa de las articulaciones. El ultrasonido contribuye a reducir el dolor, mientras que propicia el aumento del flujo de linfa en el área afectada, un líquido de naturaleza casi incolora y con un pH alcalino, que procede de la sangre, circula por los vasos linfáticos y desemboca en las venas, siendo su función la de servir de intermediaria en los cambios nutritivos que se suscitan en tejidos y sangre. También se sabe que la linfa transporta glóbulos blancos, combaten las infecciones, estimula la curación y elimina los líquidos retenidos, de modo que, al estar combinados, estos tres factores convierten al ultrasonido en un canal eficaz para tratar la inflamación.

¿Cómo actúa el ultrasonido en los tejidos?

El traumatólogo será el profesional encargado de prescribir el ultrasonido como medida terapéutica complementaria para tratar su dolencia musculoesquelética. Los efectos terapéuticos derivados de esta tecnología por ondas de sonido son complejos y vienen determinados por diversos factores, entre los que podemos mencionar la acción térmica, química y mecánica. En relación con el factor térmico, ya hemos mencionado que el ultrasonido emite energía que se transforma en calor dentro del cuerpo, elevando así la temperatura de los tejidos para contribuir significativamente a la reducción de los edemas.

En una sesión de aplicación fija es posible que la temperatura aumente en cuestión de segundos; asimismo, la penetración de las ondas de sonido tiene efecto en el flujo sanguíneo, que sustrae el calor del área a tratar, previniendo con ello que se sobrecaliente. En las terapias habituales por deslizamiento, la temperatura puede variar de forma continua con valores sustancialmente más bajos que en los casos en que se requiera fijación.

Si hablamos de la acción mecánica, su explicación es un poco más compleja. Las ondas de ultrasonido ejercen presión en los diferentes tejidos donde se aplique el transductor, de esta manera, el área es sometida a movimientos alternados, rítmicos, tanto de presión como de tracción, dando lugar a masajes celulares en zonas difíciles de alcanzar por medio de los tratamientos convencionales para atender edemas. Finalmente, la acción química de la terapia ultrasónica hace referencia a la conjunción de los efectos antes detallados, facilitando la difusión de sustancias antiinflamatorias y curativas por calor y presión.

¿Cuáles son sus beneficios?

Ya hemos dicho que hay dos tipos de efectos derivados del ultrasonido en fisioterapia: térmicos y mecánicos. Ambos usan ondas de sonido para penetrar en los tejidos afectados, sin embargo, los equipos que se emplean pueden funcionar a distintas velocidades de acuerdo con las necesidades de cada paciente. La terapia de ultrasonido térmico, que también se le conoce como calentamiento profundo, proporciona una transmisión de calor más continua por incidencia de ondas sonoras, lo que resulta en vibraciones celulares.

Por su parte, el ultrasonido mecánico, que es conocido como cavitación, se basa en pulsos de ondas de sonido, derivando en una rápida expansión y contracción de las burbujas de gas alrededor de los tejidos que se encuentran lesionados e inflamados. Se estima que este efecto contribuye a reducir los edemas, disminuyendo su dolor. Además, en general se ha demostrado que la ecografía terapéutica eleva las tasas de curación al favorecer el flujo sanguíneo local y promover la relajación de los músculos y tejidos circundantes.

Entre las enfermedades y lesiones que pueden tratarse con ultrasonido están:

  • Osteoartritis
  • Bursitis
  • Dolor miofascial
  • Desgarros
  • Tendinitis
  • Hombro congelado
  • Dolor producido por tejido cicatricial
  • Esguinces y distensiones musculares
  • Síndrome del túnel carpiano

También hay evidencia profesional que sugiere que la terapia de ultrasonido en rehabilitación física puede ser de mucha utilidad como una alternativa de alta eficacia para mejorar el pronóstico del dolor crónico en pacientes aquejados por lesiones tisulares. Esto tiene algo que ver con la capacidad de las ondas sonoras para mejorar la circulación de la sangre y la extensibilidad de los tejidos, favoreciendo así la movilidad. Puede que no aplique para todos los casos, pero vale la pena que lo consulten con nuestros especialistas.

¿Qué pueden esperar durante una sesión de ultrasonido?

Durante una sesión de fisioterapia con ultrasonido, nuestros profesionales médicos aplicarán un gel conductor para que las ondas de sonido puedan penetrar a través de su piel y llegar a los tejidos, articulaciones o ligamentos afectados. A continuación, moverán el transductor o sonda sobre la parte del cuerpo que amerita tratamiento con un pequeño movimiento circular que no les generará dolor, sin embargo, la frecuencia de las sesiones, así como la intensidad de las ondas y la profundidad a la que estas deban llegar son factores que dependerán de la gravedad de la lesión o del grado de degeneración del área.

Consulten su caso en Abilita

En Abilita somos un centro de rehabilitación integral motora especializado en ultrasonido en fisioterapia. Para nuestros especialistas, ustedes son prioridad, por eso los ayudamos a atravesar el proceso de recuperación o control en casos de lesiones y patologías que ameritan un tratamiento funcional. Contamos con un equipo preparado para brindarles servicios de ortopedia, traumatología y rehabilitación física. Para solicitar más información los invitamos a que se comuniquen a través de nuestro chat en vivo, llamando a los teléfonos (55) 4623 8329 y (55) 3705 6245 o escribiendo al correo recepcionabilita@gmail.com. Nuestro horario de atención es de 9:00 a. m. a 8:00 p. m. en la avenida Nuevo León #270, piso 7, Col. Condesa, alcaldía Cuauhtémoc, 06140, CDMX.

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