Si sufre de dolor en la espalda, y sobre todo en las lumbares, zona muy común que termine ocasionando problemas, si tiene ya algún tiempo con las molestias el médico puede indicarle que acuda a fisioterapia para que la terapia y el ejercicio pueden ayudarle a minimizar las molestias y fortalecer la zona.
En Abilita somos un centro de rehabilitación integral motora, en donde el paciente que haya sufrido cualquier situación y afectación patológica que necesite de una recuperación funcional pueda recibir un servicio médico profesional y de calidad, todo dentro de un espacio cómodo, acogedor y amigable.
Cómo ayuda la fisioterapia a la recuperación de dolores en la espalda
Cuando la persona va a terapia de rehabilitación el especialista deberá determinar qué tipo de dolor es el que tiene la persona, es decir, no todas las molestas son iguales, están lo que se consideran como crónico y las más suaves. Por lo tanto se deberá de realizar las pruebas adecuadas para poder otorgar el tratamiento preciso.
Ahora bien, habrá que determinar si el malestar es ocasionado por alguna presión sobre algún nervio del disco lumbar, en este caso realizar una serie de movimiento repetitivos puedan dar alivio. Tome en cuenta que cuando hay dolor por presión en uno de los nervios las personas puede sentir un malestar que va hasta las piernas incluso estar como entumecidas o una especie de hormigueo. En ocasiones, sí el dolor baja a las piernas puede dar más molestias que el de la espalda misma.
Lo que puede buscarse en la terapia es disminuir el malestar que se encuentra en la pierna a través de una serie de movimientos repetitivos que causen alivio. El especialista debe ver en qué posiciones o movimientos la persona siente más dolor, de tal manera que, si los movimientos hacia adelante hacen que el dolor se intensifique, entonces aquellos que requieren doblarse hacia atrás contribuirán a generar bienestar, ya que ayudan a disminuir la presión que sufre el nervio. Por lo tanto, los ejercicios tendrán el objetivo de bajar la presión sobre la columna vertebral.
Ahora bien, si la persona siente dolor cuando realiza movimientos específicos o se acomoda de cierta forma, existen movimientos que ayudará a estabilizar la columna. El paciente sentirá dolor ya que los músculos del abdomen no tienen la suficiente fuerza como para estabilizar la columna vertebral, por lo tanto, a través de ejercicios podrá recuperar esa fuerza y así evitar el dolor, ya sea cuando este sentado, al levantarse o al acostarse en ciertas posturas.
Al acudir a una clínica de rehabilitación, el profesional analizará que músculos necesita para realizar la estabilidad vertebral y evitar que los músculos que no deben realizar esfuerzo, como los que están alrededor del abdomen, dejen de realizar la función que no les corresponde y solo les ocasione tensión, lo que hace que con el tiempo terminen causando dolores.
Por lo tanto, el fin es que los músculos que sí deben realizar el trabajo de estabilizar la columna vuelvan a realizar las actividades que les corresponden, por lo tanto la persona aprenderá a usarlos mediante movimientos que el médico le indicará.
Asimismo, cuando la persona tiene una rigidez en la columna es necesario que acuda a fisioterapia, ya que, por medio de manipulaciones en la zona afectada y movimientos precisos, recuperará esa movilidad y dejará atrás esa rigidez. Cuando el paciente presenta esta dolencia puede darse por causas variadas, ya sea afectaciones degenerativas, lesiones o traumas. Cuando el profesional manipule el cuerpo del paciente, usará movimientos de empuje que pueden ser rápidos y cortos según necesite la persona.
El tipo de movimiento, manipulación y estabilización se requiere dependerá de la situación del paciente, la gravedad del dolor, el tipo del malestar y la zona específica de la espalda que se ve afectada. Puede ser una combinación de una serie de movimientos. Asimismo, hay que entender que el dolor también tiene un ciclo natural, esto quiere decir que al acudir a terapia presenta cambios positivos, pero aún puede sentir episodio de malestar, pero la diferencia será en que podrá recuperarse, y que estos vayan disminuyendo y pueda controlar el dolor.
Por lo tanto, se debe vencer las ganas de permanecer inmóvil a causa del dolor, ya que esto solo acrecentará los malestares. En cambio, ir a terapia y comenzar a movilizarse ayudará a minimizar una condición afectada y poco a poco pueda ver resultados.
Para tener una espalda saludable hay que moverla, además de los ejercicios que el fisioterapeuta podrá ponerle también puede añadir ejercicio y prácticas deportivas, y cuando las haga, debe ser de acuerdo con los consejos que el especialista le indique. De esta manera, realizar actividad física como la bicicleta, caminar, correr, yoga tienen grandes beneficios para la espala. Pero antes de considerar alguno de estos ejercicios, debe consulta a su médico.
El profesional le pondrá ejercicios y le propondrá movimiento que en ningún momento le causa dolor, ya que esta terapia tiene el objetivo de dar alivio a sus dolencias, no añadir más. Asimismo, los ejercicios están destinados a ayudar y evitar que el dolor que ya se siente se agrave.
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